Todo parece raro, como si me viera en una película, con colores y brillos inesperados, la sonrisa emerge sola… sigo siendo yo, pero no me reconozco, pasó rápido el tiempo, casi en un segundo, una vida en un segundo, y lo tengo presente, plasmado aquí.
No es nostalgia, no es melancolía, porque siempre brotan las sonrisas…
Es la alegría de saberme aquí, en casa, con este entorno, tal cual es, nuestros hijos creciendo, y con ellos, nosotros…Hoy miro la casa, irradia un brillo distinto, diferente, más silvestre, más natural, más cálida, más llena de vida.
Es nuestro refugio y el de muchos… es donde convergen las energías de días de meditación, corridas de fútbol al sol, iniciaciones en el círculo de cuarzos rosas, la triangulación de pinos, la huerta, las piedras, el olor a madreselva. Todo.
Es todo, cada instante de trabajo externo e interno, es el lugar de encuentro de los míos… que son todos: familia, amigos, hermanos… de sangre y de la vida.
Sombras de grandes árboles, portales de sauces y rincones de pinos, desde hace unos meses tienen otro verde, un verde más de casa, más nuestro, más verde. Es una primavera continua.
Hace años que el cerco no encuentra límites en lo alto, y sus flores llegan de ramas que se doblan formando arcos de protección. En otros años, quizás, nos ocupaba mucho tiempo el cuidado prolijo del cerco, pero hoy no, hoy dejamos ser… hoy aprendimos a no oponer resistencia a la naturaleza, sino a estar atentos a ella, para aprender y disfrutarla.
Construimos nuestro hogar, las bases fuertes… nos llevó varias inundaciones emocionales y de las otras… desbordes de agua que limpiaban y ordenaban lo necesario… hoy lo podemos ver.Por eso todo está tan verde, fueron varios años de nutrición y riego… todas las aguas ayudaron a ordenar… las hubo turbias, lluviosas y cristalinas también… con esa infinita funcionalidad de composición que sólo el agua puede dar.
Es acotado el explicar, en pocas palabras, el por qué de tanta serenidad al “estar en casa”… es la energía de muchos largos ratos de Amor, de toda clase: Amor de estar juntos, bien y consientes, de querer vivir consientes.Este entorno, que llamamos hogar, está hecho con la mano y la energía de muchos.
Con la vibración de la Nueva Energía, esa que vibra desde el Amor Incondicional, llena de fraternidad y una visión donde lo más importante es una visión convergente de todas las vivencias y aprendizajes, fruto de la aceptación de reconocer nuestro dios interno y el dios que se instala en el corazón del prójimo.
Cuando pases cerca de nuestra puerta… la vas a reconocer… y serás ¡Bienvenido!
Hasta nuestro encuentro!
Lorena
(escrito en abril del 2010, más o menos...)
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