Estáis recordando la Atlántida en esta época porque debéis expandir vuestra
visión para incluir las posibilidades que habéis ignorado u olvidado.
“The Cosmos of the Soul.”
La Atlántida ha sido objeto de muchas especulaciones, investigaciones y fantasías porque el continente perdido yace enterrado en nuestra mente grupal (nuestro recuerdo ancestral), y en este momento del planeta que estamos “repitiendo” el modelo de la Atlántida, lo estamos trayendo a la conciencia, redescubriendo nuestras identidades ancestrales.
En los últimos años la humanidad repite los pasos que se recorrieron por los atlantes de la Última Generación: se aceleran los avances tecnológicos, los abusos de poder y de tecnologías, el descuido y abandono de nuestro planeta… existe un paralelismo entre la destrucción de la Atlántida y la situación actual de la humanidad. El recuerdo de los “últimos días” es demasiado doloroso, lo hemos enterrado en lo más profundo del inconsciente, es un pasado deliberadamente olvidado.
Pero es necesario poner luz en los recesos oscuros de nuestra memoria para poder reconocer el paradigma atlante en este punto evolutivo de nuestro planeta. La antigua lección nos será útil ahora, y si paulatinamente, recuperamos y después procesamos el recuerdo del enfrentamiento de las fuerzas de luz y la oscuridad en las últimas horas de la Atlántida, podremos modificar en el pensamiento/conducta grupal, aquello que nos ayudará a alterar la severidad de los tiempos que vivimos.
En nuestro planeta, el estado de emergencia lo abarca todo, por eso debemos estar preparados para vivir la transformación planetaria. La Tierra se prepara para su purificación, y la humanidad no puede enfrentar la incontrolable respuesta de la Naturaleza, a la acción devastadora del hombre. Formamos parte de la cadena de causas y efectos, el síntoma y la cura. Todo se halla interrelacionado en la danza cósmica del proceso kármico.
En primer lugar, debemos confrontar nuestra propia sombra, tener la intención enfocada es esencial, para tomar un nuevo punto de vista.
Las energías en conflicto, hacen que nos confrontemos nosotros mismos: luchas de poder, miedo al futuro, la angustia que nos produce nuestra decadente sociedad.
Repitiendo la historia de la Atlántida, la civilización ha vuelto a alcanzar un nivel de desarrollo que está implosionando sobre sí mismo, el exceso de tecnología, nos aleja de la inteligencia natural, de nuestro deseo y voluntad, minando nuestra interacción energética e intercambio personal. La histeria tecnológica se adueña de la cultura humana, distorsiona nuestro entendimiento y nuestro propósito como unidades individuales de conciencia de la vibración de la Tierra.
El traer a la memoria la historia de la Atlántida oscura, no es para enfocarnos en las bajas vibraciones, sino para DESPERTAR de la ilusión y ver cómo se manifiestan los pensamientos debilitantes cuando somos víctimas de nuestra propia creación. Debemos recuperar el poder, comprendiendo no sólo cómo nos fue arrebatado sino cómo lo regalamos continuamente. Sólo así podremos reconocer los instrumentos de control y liberarnos de ellos. Tenemos que ser capaces de discernir, buscando en nosotros la respuesta intuitiva, que a veces reconocemos como “reacción visceral”.
Animémonos a cuestionar todas las hipótesis y la información supuestamente científica, y a encontrar la validación desde el fondo de nosotros, porque allí es donde se siente la verdad, cuando estamos lo suficientemente silenciosos para reconocer la voz de nuestra alma.
Lorena
No hay comentarios:
Publicar un comentario