lunes, 18 de junio de 2012

Qué es Reiki?


El término Reiki es japonés. Se escribe con dos kanji japoneses y significa energía espiritual.

El kanji superior es Rei (literalmente en japonés) y significa espiritual o sagrado
El Inferior es Ki (literalmente en japonés) y significa energía.

Anteriormente, estos dos kanji habían sido traducidos en Occidente, como”Energía Universal” (o energía de fuerza de vida universal), esta es l traducción del “ki”. Ki es la energía de todo, incluyendo el cielo, la tierra y el universo entero.
El primer kanji “rei” tal vez fue dejado de lado en las traducciones inglesas debido a que el término espiritual no era el centro de la práctica occidental en el siglo XX.

El Reiki es un sistema de sanación energético, que a través de la imposición de manos, canaliza la Energía del Universo. No es un sistema de creencias ni una religión, es un método de armonización natural, mediante el cual equilibramos los planos físico, emocional y mental de nuestro Ser.
A parte de su faceta terapéutica, es una herramienta de Evolución personal, ya que nos ayuda en nuestro crecimiento interno, a sentir alegría en el corazón y a encontrar armonía en nuestro interior.

Nosotros absorbemos Energía Universal por nuestros Chakras  (o centros energéticos) y la transformamos en Energía Vital. Por lo tanto nuestra Energía Vital nutre nuestro sistema energético, convirtiéndose en el combustible que nos mueve. Así,  Reiki es Energía Universal Vital dirigida intencionalmente.
La Energía Universal, posee inteligencia propia (es la energía que mueve todo el Universo) y cuando es canalizada por nosotros, sabe a dónde dirigirse y cómo actuar. No sólo actúa sobre el problema, sino que también llega a la causa de éste. Lo que facilita enormemente hacer nuestro trabajo como reikistas, ya que el practicante de Reiki, sólo tiene que dejarse llevar por el Amor, canalizar la Energía Universal y ella actúa donde sea necesario.
No es necesario saber ningún diagnóstico, sólo “poner las manos” y dejarse llevar…
Reiki es una técnica sencilla y natural, que no requiere sacrificios, ni mucho tiempo para aprender a practicarla.
Se puede aplicar a uno mismo y a los demás, su práctica produce un estado de relajación y paz. Podemos encontrar el equilibrio, que en un estado de “perfecta salud” está asociado con desarrollar actitudes mentales y emocionales positivas y equilibradas, y estar conectados con nuestra propia esencia.
Reiki aporta la energía vital para que el ser humano, en distintos niveles, absorba y procese esa energía y despierte en él el poder de autocuración.
Para poder transmitir Reiki, debemos estar iniciados o sintonizados por un Maestro de Reiki, quien convierte a la persona en un canal de Reiki.
La energía de Reiki es sabia por si misma. No necesita de nuestra concentración mental para actuar ni está limitada por nuestra intención: Reiki va a actuar independientemente de nuestros deseos. Al poner las manos sobre nosotros mismos o sobre los demás, la energía fluirá a través de nuestras manos en las cantidades necesarias para quién lo recibe. Es el mismo receptor quien regula el paso de la energía vital.
Por eso, a veces, al hacer Reiki, notaremos calor, frío, vibración o molestias en distintas partes del cuerpo, ese es el indicador que esa zona del cuerpo necesita ser tratada más tiempo.
No “gastamos” nuestra propia energía, somos canal de la energía cósmica, por lo tanto al dar Reiki, también lo recibimos y eso no nos perjudica jamás.
Pueden recibir Reiki: los seres humanos, los animales, la comida, los remedios, los cristales, los ambientes, las situaciones… Con primer nivel, para hacer Reiki, necesitamos físicamente presente a la persona, animal, planta o cristal.
Reiki trata la causa de la desarmonía, por eso a veces muchas personas se desalientan al ver sus problemas o bloqueos intensificados, en vez de verlos disminuir. Generalmente, los seres humanos tenemos “programas” incorporados que nos “automatizan” y anestesian, y que quedan almacenadas en nuestro inconsciente o en nuestra memoria celular. Todo esto influye en nuestra salud, en nuestras relaciones, en nuestro comportamiento, en nuestras emociones.
Es probable, que cuando comencemos a recibir o a dar Reiki, afloren todas esas cosas que nos molestan o molestaron, durante mucho tiempo. Es el momento de hacerlas salir!.
Tratarlas y “decodificar” aquello que nos desarmonizó, para saber cuál es el mensaje subliminal que debemos aprender.
Nos toca hacernos cargo de nosotros mismos y entender cuál es la misión de nuestra Alma, con la tranquilidad que SIEMPRE va a ocurrir lo mejor para la persona.
Pueden aflorar cosas a nivel físico, mental o emocional: a nivel físico pueden aparecer dolores, o malestares ocultos (a veces tapados con alguna medicación, destinada a tratar el efecto y no la causa).
A nivel emocional o mental, pueden surgir momentos de crisis que nos harán VER qué debemos modificar o integrar a fin de encontrar la Armonía.
Cuando se trata una patología crónica, puede ocurrir que al principio algún dolor desaparezca, para reaparecer y recrudecer posteriormente, en sucesivas sesiones hasta sanar. Esto indica que se llegó al punto final donde el bloqueo está arraigado y se deberá proceder al tratamiento final, por eso es aconsejable estar atento y explicarle al receptor para evitar que abandone el tratamiento.
Si sabemos ver y escuchar, Reiki será una herramienta que nos ayudará a evolucionar, a lograr la transformación que nos merecemos.

Lorena

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