El despertar consciente de nuestro ADN, tiene repercusiones en toda la humanidad, lo que contribuye directamente a la evolución de la raza humana.
Cada vez que alguien toma conciencia de activar su ADN, eso beneficia a toda la humanidad.
La teoría del centésimo mono se desarrolló a partir de la observación de una colonia de monos, que habitaba una isla de Japón. En 1952, en la isla de Koshima, los científicos proporcionaron a los monos boniatos (batatas) esparcidos en la arena. Cierto día una hembra descubrió que podía comer boniatos sin la arena que los cubría, simplemente lavándolos con agua.
Esta hembra enseñó su nuevo truco a sus familiares y amigos íntimos, los cuáles a su vez, lo enseñaron a sus propios allegados hasta que, poco a poco, toda la colonia hubo aprendido la “técnica de lavar el alimento”. Los animales jóvenes aprendían con más facilidad que los adultos.
Y entonces se produjo un extraño fenómeno, digamos que 99 monos habían aprendido dicha técnica. Una vez que el centésimo mono hubo aprendido a lavar los alimentos todos los demás monos de la isla aprendieron también, súbitamente, la técnica. Además, los científicos quedaron sorprendidos al ver que había monos procedentes de otras colonias que habitaban en otras islas lejanas (sin conexión con Koshima), que también lavaban los boniatos.
La teoría del centésimo mono fue formulada por Watson, y explica este fenómeno, que puede resumirse así: en cuanto una masa crítica de sujetos desarrolla e integra algo nuevo, este conocimiento se hace accesible al conjunto de la raza.
Entonces, el principio del centésimo mono plantea que si una persona trabaja con su ADN, se suma a la masa crítica que permitirá al conjunto de la humanidad vibrar de otra forma.
Al activar, conscientemente, lo que se conoce erróneamente como “ADN basura o aleatorio” (en realidad es el que nos permite vibrar en una frecuencia alta, trascendiendo la dualidad), transmitimos automáticamente el conocimiento de este potencial a los demás. Esta activación, significa que, al activar nuestro ADN, enviamos una frecuencia magnética nueva al entorno, informando a los demás del orden del proceso. Así el trabajo de una sola persona puede hacer avanzar las cosas para toda la humanidad, ese potencial está en nuestro Interior… imaginemos cuántas situaciones podemos cambiar, si nos activamos muchos… aumenta la masa crítica… y nos beneficiamos todos.
Esto sólo puede ocurrir desde el Amor. A corazón abierto.
Lorena
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