Todo es energía en el Universo. Esta energía vibra en diferentes frecuencias y dimensiones.
Estas dimensiones están configuradas por espacios infinitos donde existen mundos de otros niveles no materiales sino sutiles.
Ellos se llaman Tattwas y son los cinco elementos a través de los cuales se distribuye la Energía Planetaria: Tierra, Agua, Aire, Fuego y Akasha.
El único vehículo humano para alcanzar todos los niveles de frecuencias es el Alma, que es a su vez vehículo del Espíritu.
AKASHA es una palabra de origen sánscrito, que se utiliza para denominar un plano de la conciencia cósmica que actúa como archivo, en el cual se graban o registran todos los eventos, situaciones, pensamientos, emociones y acciones de un ser. Allí está registrada toda la historia del planeta, así como toda la historia personal de cada uno de nosotros. Se halla escrito el propósito en la Vida, así como el programa de nuestro destino futuro según nuestro karma o aprendizaje.
Estas “memorias” revelan situaciones que en el presente ayudan a esclarecer el por qué de nuestras elecciones, experiencias de vida, vínculos, pues están formadas por una multitudinaria masa de información acumulada encarnación tras encarnación.
Cada uno de nosotros al desprendernos de la Fuente e ingresar en los diferentes planos de la materia, emitimos un sonido o tono propio. Este sonido, que tiene resonancia con nuestro nombre elegido en esta encarnación, es el que nos permite acceder a la información álmica individual.
Como no tenemos conciencia aun de ese sonido, la fuente o Dios, por intermedio de las Conciencias que rigen al plano Akáshico, nos han proporcionado una llave simbólica: una ORACIÓN SAGRADA, con la cual podemos acceder a ese plano. El trabajo de Registros hoy en día es de gran profundidad para aquellas personas que están dispuestas a “mirarse en el espejo del Alma” para remover, liberar y sanar todos los Acuerdos y Contratos Álmicos, muchas veces alojados en nuestra memoria celular , revisar las situaciones kármicas y conocer el propósito de nuestra vida para nuestro Mayor Bien y de todos los que nos rodean.
Estas dimensiones están configuradas por espacios infinitos donde existen mundos de otros niveles no materiales sino sutiles.
Ellos se llaman Tattwas y son los cinco elementos a través de los cuales se distribuye la Energía Planetaria: Tierra, Agua, Aire, Fuego y Akasha.
El único vehículo humano para alcanzar todos los niveles de frecuencias es el Alma, que es a su vez vehículo del Espíritu.
AKASHA es una palabra de origen sánscrito, que se utiliza para denominar un plano de la conciencia cósmica que actúa como archivo, en el cual se graban o registran todos los eventos, situaciones, pensamientos, emociones y acciones de un ser. Allí está registrada toda la historia del planeta, así como toda la historia personal de cada uno de nosotros. Se halla escrito el propósito en la Vida, así como el programa de nuestro destino futuro según nuestro karma o aprendizaje.
Estas “memorias” revelan situaciones que en el presente ayudan a esclarecer el por qué de nuestras elecciones, experiencias de vida, vínculos, pues están formadas por una multitudinaria masa de información acumulada encarnación tras encarnación.
Cada uno de nosotros al desprendernos de la Fuente e ingresar en los diferentes planos de la materia, emitimos un sonido o tono propio. Este sonido, que tiene resonancia con nuestro nombre elegido en esta encarnación, es el que nos permite acceder a la información álmica individual.
Como no tenemos conciencia aun de ese sonido, la fuente o Dios, por intermedio de las Conciencias que rigen al plano Akáshico, nos han proporcionado una llave simbólica: una ORACIÓN SAGRADA, con la cual podemos acceder a ese plano. El trabajo de Registros hoy en día es de gran profundidad para aquellas personas que están dispuestas a “mirarse en el espejo del Alma” para remover, liberar y sanar todos los Acuerdos y Contratos Álmicos, muchas veces alojados en nuestra memoria celular , revisar las situaciones kármicas y conocer el propósito de nuestra vida para nuestro Mayor Bien y de todos los que nos rodean.
No hay comentarios:
Publicar un comentario